Hidratación en personas con diabetes: un proceso vital

Por konfyt Diabetes Comentarios desactivados

Hidratación en personas con diabetes: un proceso vital

El agua es un elemento esencial para procesos vitales como la digestión, el transporte y la absorción de nutrientes o la eliminación de desechos. Es por esto que la hidratación es fundamental para todas las personas, especialmente para las que tienen algún tipo de diabetes.

El cuerpo humano no almacena el agua y pierde una cantidad diariamente a través de la orina o el sudor, que se hace necesario restituir para garantizar un buen funcionamiento del organismo. En las personas diabéticas la falta de insulina o su ineficacia hace que los niveles de azúcar en la sangre se eleven, por ello el cuerpo intenta compensar el exceso de azúcar (hiperglucemia) eliminándolo por la orina, generando pérdida de líquidos. Hidratación en personas con diabetes: un proceso vital

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Es fundamental aprender a identificar nuestro nivel de hidratación, una manera es revisando el color de la orina, cuando más oscura es, más deshidratado se encuentra nuestro cuerpo. Además, hay algunos síntomas que te pondrán en alerta:

Sed excesiva
Boca reseca
Mareos o dolores de cabeza
Disminución en tu rendimiento físico e intelectual

Cansancio
Pocas deposiciones de orina
Piel reseca o arrugada
Malestar general

Si presentas algunos de estos síntomas es probable que estés deshidratado. Lo que deberás hacer es ir bebiendo frecuentemente pequeñas cantidades de líquido, evitando ingerir grandes cantidades de una sola vez, pues esto podría aumentar las náuseas y provocar vómito. En el caso de las personas con diabetes, el agua es la mejor alternativa para rehidratarse debido a que no contiene azúcares adicionadas. Es fundamental evitar bebidas azucaradas como refrescos o zumos, ya que, agravarían la situación, al aumentar aún más los niveles de azúcar en sangre y la deshidratación.

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¿Cómo mantenerse bien hidratado?

Se recomienda consumir 2,5 litros de agua diarios y distribuir el consumo de la misma a lo largo del día. Es importante tener en cuenta que estas necesidades pueden variar en cada persona según diferentes aspectos como: las condiciones ambientales, la actividad física que realice, hábitos tóxicos y problemas de salud.

Te dejamos algunas recomendaciones para promover una buena hidratación:

Considera el agua como la primera opción de bebida.
Ingiere infusiones frías o calientes o bebidas aromatizadas, por ejemplo, agua con rodajas de frutas cítricas y hojas de menta.
Dale prioridad al consumo de verduras y frutas, estos alimentos están mayormente compuestos por agua, por lo cual ayudan a la hidratación. En el caso de las frutas, se sugiere controlar las raciones de hidratos de carbono.
Mantén a la vista jarras, botellas y vasos con tus bebidas. Al estar dentro de tu campo visual te ayudará a incentivar y no olvidar su consumo.

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Beneficios al ingerir agua

Aparte de la hidratación el agua proporciona múltiples beneficios:

Cuando bebemos gran cantidad de agua, la sobrante es eliminada, arrastrando con ella muchas toxinas del cuerpo, favoreciendo el trabajo del hígado y beneficiando los riñones.
Protege articulaciones y ligamentos, debido a que el agua contribuye a la lubricación de las mismas mediante el líquido sinovial.
Previene el estreñimiento, pues al ingerir mucha agua, incrementan los fluidos en el colon, coadyuvando el tránsito del residuo fecal.
Regula la temperatura corporal, en épocas de calor una buena hidratación previene mareos y golpes de calor.
El agua se encarga de hidratar la piel desde su interior, mejorando su aspecto.